Barreiro Rivas, cuentos de Afganistán, bem invitado

Xosé Luis Barreiro Rivas
Cuentos de agosto
en tierras de Afganistán

lavozdegalicia.com
Jueves 26 de agosto de 2010

Los soldados que mueren al servicio del Estado, como lo hicieron Bravo y Galera, merecen el reconocimiento de su patria y los honores de su Ejército. Y unos familiares que despidieron vivos a los suyos, y ahora los recogen en cajones de pino, necesitan la solidaridad y el consuelo de todos, y las oraciones de los que creen que «la muerte no es el final del camino». Pero la necesidad de cumplir tan humanos requisitos en modo alguno debe impedirnos elevar nuestra protesta por la forma en que, a base de cuentos y elusiones, se está transformando y mintiendo la historia de Afganistán.

Y más aún me duele esta queja cuando tengo que dirigírsela a Rubalcaba, de quien sé que está capacitado para explicar los hechos sin necesidad de recurrir al mismo storytelling -militarista e infantil- usado por Bono y Chacón. Porque la decisión de imponer en Afganistán el derecho de guerra -eso que permite usar las armas contra un país extranjero, refundar su Estado a capricho y ejercer cualquier compulsión contra los civiles y la autoridad sin más juez que Petraeus-, no la tomaron los talibanes, sino los que, haciendo un mal cálculo de sus posibilidades, se metieron en una ratonera de la que ahora no saben salir. Y por eso puede decirse que aquí vale todo menos negar la propia guerra.

A estas alturas, cuando ya es evidente que el nuevo Estado de Karzai pretende conservar el poder en connivencia con los señores de la guerra y el fundamentalismo talibán, no se puede seguir usando el terrorismo -o la guerra de los buenos contra los malos- para poner todas las responsabilidades del lado de allá, ni se nos puede decir que los que dan la vida por un trozo de tierra miserable, por más adoctrinados y fanatizados que estén, pueden ser políticamente despachados como delincuentes comunes. Petraeus, listiño como es, lo dijo mucho mejor, al afirmar que las fuerzas de la OTAN, pertrechadas con los aviones y los blindados más sofisticados, las armas personales más increíbles y las comunicaciones más híper-mega-guays que existen, mantienen cierta ventaja militar sobre los desharrapados talibanes, uniformados con su turbante y sus alpargatas, y armados con fusiles Kalashnikov AK-47 que ya ganaron la guerra contra la URSS. Porque eso quiere decir que Petraeus confirma la guerra, y aún tiene esperanzas de ganarla.

A los muertos españoles de esa absurda guerra hay que honrarlos y enterrarlos como a servidores de la patria. Pero a los políticos hay que pedirles explicaciones convincentes de lo que pasa y por qué pasa. Porque, más allá de toda literatura y toda diplomacia, estamos implicados en una guerra cruel en la que en modo alguno estamos llevando la peor parte ni sufriendo la peor injusticia.
http://www.lavozdegalicia.es/opinion/2010/08/26/0003_8690096.htm

Foto: AP - esmas.com

Los talibanes movilizaron la zona bajo control español

El atentado y los ataques a las dos bases de Qala i Naw fueron simultáneos.

Los insurgentes usan la revuelta para alentar a la población contra la ocupación extranjera.

Repatriados los cadáveres de los tres españoles

IÑIGO ADURIZ Madrid
26/08/2010 23:49

La ciudad afgana de Qala i Naw vivió el miércoles un auténtico caos del que ahora comienzan a conocerse los detalles. Los disturbios registrados tras el atentado que acabó con la vida de tres españoles tuvieron lugar en varios puntos de la ciudad y no únicamente en los alrededores de la antigua base española General Urrutia, donde se produjo la matanza.

Fuentes del Ministerio de Defensa insistieron en que "el objetivo" de los insurgentes que organizaron el atentado y la posterior revuelta popular era "provocar el enfrentamiento entre la población y las tropas españolas". Para ello, no sólo convocaron a vecinos de Qala i Naw sino que también movilizaron a habitantes de otras localidades cercanas a la capital de Badghis, apuntaron las mismas fuentes.

Desde Defensa explicaron que la multitud no sólo intentó asaltar la antigua sede del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) de Badghís, sino que también se produjeron daños en otros edificios públicos de la capital de dicha provincia, como una comisaría de policía. Finalmente, fue la policía afgana la que controló la situación.

http://www.publico.es/espana/333841/talibanes/movilizaron/zona/control/espanol