(Proa a limbovento, duas cuartas por babor da martingala)
Provocado por Isaac Rosa,
#9 Comenta bemsalgado
02/01/2012 12:08
Lo importante es la foto. Lo importante que era aquella foto. Cuantas puertas abre una foto.
Mi reino por una foto.
Por citar tres ejemplos, separados en el tiempo:
Lo sabía Hernández Mancha, que allá se fue a la residencia blanca, donde, alineado en formación castrense, breakfast's time, le dieron la oportunidad de lograrla si, estirando cuanto daba su brazo, al extender su mano podía alcanzar a rozar la del presidente, su presidente. Lo consiguió, y como lo celebraron aquí los suyos.
Lo sabía ZP, que lo dejó explícito a todo el que quiso oírle, para sentarse al lado de Mohamed, quien, por cierto, cuando da la mano a sus súbditos más bien se la rechaza. También obtuvo su foto con el monarca, con el añadido del fotorreo consiguiente.
Y por último, también Urdangarián lo sabía. Mientras asía la luna por bola allá en los cielos, soñando marcar el gol de su vida, consiguió su foto. Montones de fotos, de todos los colores y tamaños, con todas las compañías, en todas las poses, excepto la del gol.
Los tres perdieron su reino.
Su contrario, la no-foto, incluso llegó a ser más importante. Empleada como condena, fue instaurada en tiempos de Alfonso el belicoso:
“Quien se mueva no sale en la foto”
Sirvió a Rajoy, en sus primeras embestidas contra ZP, antes del abordaje: “A usted hombre blanco no le mira a la cara”. Y era cierto, Rajoy siempre verdad, sólo se veían de espaldas. En cambio, él ahora, ya a la cabeza de Europa y perspectivas aún más lejanas, nada más comenzar a dar sus primeros pasos.
También, ahora, Urdangarián es víctima de la no-foto. Si fuese posible, además lo harían desaparecer de todas las que sirvieron para inmortalizar cada momento de la corona de felicidad.
Por eso, yo no quiero fotos.
Fotogenias aparte, siempre me fascinó lo del limbo, que es donde me dicen que vivo.
Y aquí todos estamos en blanco.
http://blogs.publico.es/trabajarcansa/2012/01/02/el-album-de-urdangarin/
El álbum de Urdangarin
Isaac Rosa
02 ene 2012
Hay que ver lo que cambia una misma fotografía sólo con lo que sabemos del retratado. A todos nos ha pasado alguna vez, al encontrar en el cajón una foto de aquella novia que nos la pegó, descubrir que lo que entonces nos parecía una sonrisa encantadora se ha transformado en una expresión de perversidad. Lo mismo le pasa a los candidatos perdedores tras las elecciones: el mismo cartel electoral que un día antes mostraba a un triunfador dispuesto a todo, en la resaca tiene un aspecto triste, y al prohombre se le queda cara de pobre hombre, listo para el desguace.
Algo así le pasa estos días al imputado Urdangarin, cuyo rostro ha cambiado de forma monstruosa en las fotos viejas. En las últimas semanas los periódicos han tirado de archivo para ilustrar las noticias sobre sus andanzas delictivas, y hemos acabado viendo el álbum completo del duque de Palma: en actos oficiales, en congresos de ejecutivos, en su boda, jugando al balonmano, paseando con los niños, en velero…
Son las mismas fotos que hemos visto durante años, pero hoy nos parecen otra cosa. Donde antes veíamos un joven alto, sano y guapo, simpático y discreto, ejemplar marido, padre, yerno y cuñado, deportista campeón, hoy vemos afán desmedido de lucro, habilidad para llevárselo crudo, disimulo, jeta.
Las instantáneas que le muestran presentando proyectos ante auditorios de prestigio, y que antes eran la imagen de un brillante profesional, hoy son las de un estafador en acción. Los momentos en que aparece junto a la Familia Real en actos oficiales, donde antes lo veíamos como exquisito consorte hoy su mirada transparenta la forma en que se aprovechaba de su posición. Las fotos en eventos caritativos son hoy las de un trepa que no desperdiciaba ocasión para hacer caja. Las postales navideñas con los niños en brazos no esconden su pinta de evasor de impuestos.
Hasta el álbum de boda nos resulta intragable, y el príncipe azul de la prensa del corazón tiene de repente sonrisa de braguetazo. Ni sus fotos de balonmanista se libran ya de la sospecha. Si nos dicen que se dopaba, nos lo creemos.
http://blogs.publico.es/trabajarcansa/2012/01/02/el-album-de-urdangarin/
con balas de papel,
ninguno se queda a dos velas, y todos salen a flote
ninguno se queda a dos velas, y todos salen a flote
/E-14.58h/
De Cospedal, 18 de noviembre de 2011:
“Rajoy no se va a resignar a que España esté en la segunda velocidad de Europa. Él va a cumplir con los compromisos, pero no está dispuesto a recibir órdenes de Europa ni de nadie”.
De Guindos, hoy.
Según ha argumentado, el Ejecutivo no podía permitirse anunciar una desviación de dos puntos del déficit hasta el 8% sin adoptar una subida de los impuestos, pese a que el presidente, Mariano Rajoy, la había rechazado durante la campaña. “Si no, nos la hubieran impuesto otros”, ha argumentado en referencia a las condiciones que hubiera impuesto Bruselas para reducir el déficit.
actualización/E-23.21h/
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