Las razones de 'Público'
03/01/2012 12:51
La editora de Público solicita concurso voluntario de acreedoresLa empresa editora de Público, Mediapubli, ha solicitado judicialmente la declaración de concurso voluntario de acreedores con el doble objetivo de "salvaguardar de la mejor forma posible los intereses de todas las partes afectadas" y de "procurar la viabilidad futura del proyecto". Cuando un diario llega al punto de utilizar una herramienta extrema para su supervivencia, también la dirección del mismo debe asumir su responsabilidad. De modo que estas líneas no pretenden ningún tipo de justificación ni tienen un ánimo exculpatorio. Si Público estuviera vendiendo el doble de ejemplares de los que vende o hubiera cumplido el objetivo previsto en ingresos publicitarios, no se hallaría en la gravísima tesitura de suspender pagos temporalmente para intentar sobrevivir.
Las causas concretas importan hoy poco a las 160 familias que ven peligrar sus puestos de trabajo directo o a las decenas de colaboradores y acreedores afectados, como ha ocurrido y ocurre en miles de empresas españolas. Al tratarse de un medio de comunicación, es obligatorio también dar una explicación a los lectores, tanto de la edición en papel como de la digital.
Es obvio que la principal causa de la actual situación tiene su origen en la crisis económica y en sus consecuencias en el ámbito de la comunicación. Público nació a finales de septiembre de 2007, y desde ese año hasta 2011 los ingresos publicitarios en la prensa española han caído un 50%. Tal desequilibrio no se compensa con el mayor logro conseguido en estos cuatro años: un aumento constante de la difusión en papel (más de 87.000 ejemplares diarios según el último control de OJD) y de la audiencia (299.000 lectores según el último EGM, dato que sitúa a Público en cuarta posición entre los diarios de pago de distribución nacional). La edición digital, ‘publico.es', ronda los cinco millones de usuarios únicos según OJD. Se trataba de intentar situar esta cabecera como una de las referencias de la prensa española, y ese objetivo puede considerarse cumplido, más aún si se tiene en cuenta la caída generalizada en la difusión del resto de los diarios de carácter nacional.
La reducción progresiva de todo tipo de costes, incluidas dos reestructuraciones de personal, o las subidas del precio por ejemplar han permitido contener sensiblemente las pérdidas en los últimos ejercicios, aunque no lo suficiente para compensar la crisis de los ingresos publicitarios. La búsqueda de préstamos financieros en los últimos meses, y hasta el mismo día de ayer, ha resultado infructuosa, pese a que el volumen de la deuda acumulada es mucho menor que el que soportan la mayoría de las cabeceras. Los editores de Público han mantenido su compromiso fundacional de no aceptar anuncios de prostitución ni abordar promociones de productos que no estuvieran vinculados a la línea editorial del diario: cine, libros y documentales han compuesto la oferta principal que acompañaba al periódico el fin de semana.
Tampoco ha sufrido alteraciones la línea editorial con la que Público salió a la calle y saltó a Internet. Quería ser un diario sinceramente progresista, defensor de una España plural y moderna y respetuoso con sus distintas culturas, aspiraciones y lenguas, que sirviera como herramienta de conocimiento y como plataforma de debate de ideas a una izquierda también plural que siempre ha reivindicado la importancia de lo público y la defensa del Estado del bienestar y de las capas más débiles de la sociedad.
Este periódico nunca ha estado al servicio de grupos políticos ni gobiernos. Como muestran sus cuentas auditadas, sólo el 7,5% de los ingresos publicitarios han procedido de las administraciones públicas; un 2,7% de los ingresos totales de este diario, es decir, apenas lo que le corresponde por sus cuotas de difusión y audiencia.
Los problemas que atraviesa Público no derivan, por tanto, del cambio político surgido de las últimas citas electorales; al contrario, desde el punto de vista periodístico, el panorama que se abre para una cabecera como ésta gana aún más interés. Sí merecería una reflexión en los ámbitos de la izquierda (y de la sociedad en general) el evidente desequilibrio en el paisaje mediático, que no refleja en absoluto la realidad sociológica de este país.
Más allá de las durísimas circunstancias económicas, Público ha consolidado un proyecto periodístico y editorial cuyo futuro (en papel, en las tabletas y en las redes sociales) se juega en los próximos días y semanas. La materia prima de este oficio sigue siendo el periodismo, en cuyo ejercicio honesto cometemos errores todos los días. Merece la pena seguir intentando acertar. Lo merecen todos los trabajadores que han construido Público.
* Jesús Maraña es director de Público.
#429 bemsalgado
04-01-2012 12:04
“Los problemas que atraviesa Público no derivan, por tanto, del cambio político surgido…”.
Qué puede decir el director. Pero luego se refiere a las expectativas como medio periodístico, que puede que no o que precisamente por eso, pero los problemas, seguro que sí.
La mano del gobierno es alargada, y la de éste, mucho más.
Y cuando se hace necesario llamar a la puerta del Banco, eso se nota. Otro tanto podría decirse cuando se trata del reparto de la tarta publicitaria. La institucional, en particular, es sencillamente inmoral y al servicio partidario de quien administra los recursos públicos.
Quienes tenemos memoria de lo que el primer gobierno del PP hizo con los medios sirviéndose del control de empresas de matriz pública, sospechábamos lo que ahora podía pasar, y no ha tardado en comenzarse a ver.
Hago votos porque subsista este periódico, por sus trabajadores, por supuesto, pero sobre todo por sus lectores, que es lo que justifica un medio de prensa, a la vista de lo que hay, y de lo que todos sabemos que nos espera en ese sentido.
Ánimo a todos.
http://beminvitados.blogspot.com
/E-15.08h/15.24h/
Hace tiempo que vengo por aquí reflexionando en voz alta sobre el dudoso porvenir de la prensa de izquierdas.
ResponderEliminarY el camino de mis reflexiones me condujo inexorablemente a las más tristes de las conclusiones:
1º) traté de demostrar que, sin una prensa libre, no puede haber auténtica libertad política porque en una democracia, aunque sólo sea formal como es la nuestra, la adjudicación nominal del poder se concreta sólo cada 4 años en unas elecciones en las que la gente acude a votar sin más guía que lo que le han dicho los medios;
2º) estas reflexiones me llevaron a afirmar, sin ninguna clase de duda, que la prensa, pese a quien pese, no es el 4º poder sino precisamente el 1º, porque ya no es que nadie pueda ganar unas elecciones generales con toda la prensa en contra sino que es la prensa, en su conjunto global, la que gana dichos comicios; al respecto, podríamos citar, pero no lo hacemos el hecho rigurosamente histórico de cuando PJ, Ansón, Sebastián, Cela “et alteri”, toda aquella gentuza que fueron denominados “el sindicato del crimen”, se cargaron, e hicieron ostentación clamorosa de ello, toda posibilidad de que González volviera a ganar las elecciones, tal como venía haciendo ininterrumpidamente;
3º) pero también se nos han extenuado los dedos de tanto escribir que para publicar un periódico, lanzar al aire una emisora de radio o de televisión, se necesitan miles de millones de cualquier moneda, si se quiere hacer con ciertas garantías entre otras las de continuidad e independencia, por lo que todos los medios de comunicación con tan contadas excepciones que pueden contarse con los dedos de una manos y sobran mucho dedos, están en poder no ya de la derecha sino de la ultraderecha,veanse, si no, los casos del tal Murdoch, el jefe de Aznar, a escala internacional, o los de Lara y el conde de Godó, el tal Ariza y, como no, el más notorio de todos el de PJ, detrás del que no se sabe muy bien si el que está es el propio Berlusconi, que presume incluso de que es él, precisamente, el que hace y deshace los gobiernos de España;
4º) en cuanto a Pùblico, ¿qué podemos decir si no otra cosa de que se trataba de un verdadero milagro por todo lo que acabamos de exponer? Ha habido quien ha dicho que, en su origen, se hallaba el propio Zp, que había hecho todo lo posible para su nacimiento, motivado por un proyecto que le presentó alguien de su propio gabinete.
“Si non e vero e ben trovato”, si no es verdad, debería de serlo, diría yo en una traducción demasiado libre del italiano, porque con la supresión de los medios de comunicación oficiales, a instancias y bajo la presión de los medios privados, lo que se hizo, lo que se está haciendo y lo que se hará es dejar completamente indefensa a una sociedad que ya no tendrá otros medios de llegar a la información que no sea a través de los que poseen los que realmente no es que ahora sean precisamente sus verdugos sino que siempre harán todo lo posible para seguir siéndolo.
De modo que yo, ahora, sin miedo a nada, me atrevo a hacer una afirmación apocaliptica: esta sociedad actual, sin unos medios de comunicación que puedan mantenerse fuera de las garras de esos capitalistas que poseen la exclusiva real de permitirse instituir unos medios de comunicación privadísimos, no tiene nada que hacer si es que realmente pretende ser democrática. O sea que o instituimos unos medios de comunicación, una prensa oficial, que pueda mantenerse independiente de los gobiernos y partidos ocasionales, o continuar hablando y escribiendo impunemente de una democracia real es el mayor, y peor, insulto que puede hacérsenos a todos cuanto vivimos en este mundo en este preciso y criminal momento.
Os media ou estão na mão do capital ou dos governos. O que é a mesma coisa.
ResponderEliminarE ao contrário do que que poderia parecer justo, nem os media estatais são obrigados a manter um tratamento igual de todos os partidos e tendências. E isto é já é aceite com naturalidade por (quase) todos.
Para criar jornal ou tv é preciso muito dinheiro, que vem essencialmente da publicidade.
Se esse jornal/tv tiver opiniões alternativas, seria imediatamente asfixiado. Sem publicidade e sem financiamento, é impossível existir.
Casos desses repetem-se todos os dias. Os grandes anunciantes e a banca, mandam nos jornais. São eles que decidem o que se diz e como se diz.
Deixo um pequeno exemplo de algo que se vê pouco, e que mostra a enorme parcialidade da sky news.
http://www.youtube.com/watch?v=249JaIaubVw