a Santiago X el camino Mora-do

Fotos: Espalion (Aveyron - France)

"todos los caminos llevan a Roma"

Le Chemin de Saint-Jacques de Compostelle,

por Fernando Mora

Hola Bem:

He leído en tu blog el comentario de Rodolfo Plata y la respuesta que le has dado. Muy interesantes ambas. Al respecto de tu respuesta, decir que coincido plenamente, a mí tampoco me produce ninguna preocupación estos temas. Me atrevo a decir por este medio lo que me ha recordado y no sé muy bien el por qué.

Junto a unos amigos hice el Camino de Santiago en una ocasión. La razón no fue otra que la de hacer algo con nuestras vacaciones y reunidos ante tal fin, el de decidir que hacíamos, finalmente otro amigo que se unió a la tertulia nos recomendó tal cosa. Sea por el cansancio que ya acumulabamos ante la indecisión sobre el tema o lo económico que se antojaba, que no era cosa de despreciar en aquellos años de nuestra juventud, al final convinimos en hacerlo. El tal Benito, que era quién nos lo recomendó, se excusó de no acompañarnos dado que, decía, ya tenía plan para las vacaciones. Nos acordamos de él en no pocas ocasiones y no en muy buenos términos. Llegó a hacerse algo duro el tema aunque la verdad es que el recuerdo que tengo que aquello es muy agradable. Salvo la anécdota final, que paso ya a comentar porque si no ya definitivamente esto se va a hacer del todo aburrido de leer.

Finalizada la peregrinación nos presentamos en la Catedral. Allí nos recibió un seminarista que certificó que realmente habíamos hecho tal cosa. Y nos hizo firmar en una especie de libro. En fin, estoy seguro de que sabes toda la cosa esta. Así que pasamos a ello. Aparte de solicitar el nombre de cada cual, cuestiona por los motivos del peregrinaje. Cuando lo ví, pues yo iba a poner aquello de que era por las vacaciones. Viendo que los anteriores registros se postulaban entre motivos religiosos, religioso-culturales o culturales a secas pues, quizás por aquello de adónde fueres haz lo que vieres, opté por consignar como mi motivo el de cultural, que parecía cosa más seria que no el que realmente motivaba el asunto.


Fotos: Chateau D'Estaing (Aveyron - France)

Cuando el seminarista mencionado vió tal cosa me inquirió al respecto y empezó poco menos que a intentar adoctrinarme en su fe. En fin, me resultó un poco molesto. En aquellos tiempos, casi como en los actuales, todo este tema me resbalaba un poco, lo más probable es que no sea fruto de ninguna reflexión profunda y argumentada y sólo sea cosa más o menos intuitiva, quizá es por eso por lo que para mi también no tiene ya ningún sentido ningún debate con fondo religioso, pero el caso es que como digo, no me importaba.

Y viendo que no tenía demasiado éxito en su perorata pasó a mayores. Me dijo que como los motivos eran los que eran a mí no me iban a primero, ni nombrar en la misa del día ( bueno) ni a darme la llamada Compostelana. Posiblemente sin razón pero eso se me antojó del todo injusto y ahí dejé un poco la indiferencia mostrada hasta el momento y entré al trapo. Le comenté eso, que era injusto y que yo era tan peregrino como los demás sea cual sea el motivo que ha causado tal peregrinaje y que merecía por tanto dicho diploma. Y nuevamente empezó con su labor doctrinaria. Al final como en la fila que se iba acumulando se estaba haciendo ya notar cierto nerviosismo por la tardanza opté por acabar el asunto, me dí la vuelta y no hubo nada. Mis amigos se partían de la risa, claro.

Se encaminaron estos, muy devotamente a la misa que ya empezaba y yo mientras tanto les esperé en un bar de los alrededores aplicándome con no menos devoción a una buena ración de berberechos, que tras los días de penurias culinarias sufridos, se me antojo cosa no menos divina. Así que poco a poco se me fue diluyendo la contrariedad por no haber obtenido mi merecido diploma.

Cuando llegaron mis amigos una vez acaba la historia todavía venían riéndose. Vieron que el asunto había sido olvidado por mi parte entre tragos de Albariño y los antes mencionados berberechos, y que encima pues no me había tenido que tragar ninguna ceremonia ni nada por el estilo. Quizá eso les dolió y encima me dijeron que sí, pero que había valido también la pena, puesto que encima, amen de la misa había entablado relación con unas muy bellas alemanas. En fin, supongo que no pasaron de aquella historia de darse la paz. Desde luego que venían tan poco acompañados como entraron a la iglesia.

Esto es lo que pasó, y la verdad es que no sé porqué, como te decía me ha venido a la memoria al leer el comentario y la respuesta en tu blog antes mencionado.

Un abrazo, Bem.



Fotos: Conques (Aveyron - France)

Hola Fernando:

Tienes muy serios motivos, no sabes bien hasta que punto, para guardar "un recuerdo muy agradable de esa experiencia", y te voy a decir porqué:

Como seguramente tú conoces, y todos sabemos, entre quienes figuran en el santoral católico, además de que tal condición nos da la garantía de su presencia en el cielo, y no de cualquier forma, sino entre el círculo más próximo a Dios, de su máxima confianza y con quienes Éste despacha diariamente todo lo concerniente con el buen gobierno de la Tierra y del hombre, nadie puede adolecer de capacidades suficientes para ocuparse de la curación de enfermedades humanas y de otros animales. Normalmente cada uno tiene su propia especialidad, nunca concurrente con la de otro santo, al menos en espacios geográficos limitados, para evitar colisión de competencias y optimizar todo el potencial curativo que Dios, a través de su Iglesia, pone a disposición de los mortales.

Para entendernos entre nosotros, más atentos a derivadas políticas que religiosas, algo así como enfatizaba, años ha, un candidato del PSOE a la alcaldía de Vigo, cuando decía a sus convecinos: "El electorado debe prestar atención al hecho de que yo represento al partido que gobierna en Madrid, pero no sólo eso, sino que, también, dentro del partido, pertenezco a la misma facción y corriente de quien reside en La Moncloa, de todo lo cual solo beneficios puede obtener la ciudad de Vigo, a través de mi persona, para lo cual me ofrezco generosamente. Naturalmente sólo un Príncipe, hijo de un Sr. Príncipe, podía hablar con tan sabias palabras. Vino luego un Caballero, que se inició en la política de ministro, y que todavía aspira a inmortalizarse como tal sobre un caballo de bronce en el Parque de Castrelos, para retarlo en desafío que acabaría arrinconándo al Príncipe como senador, cuando no tenía todavía edad para serlo propiamente, como sí la tiene don Manuel. El resto del día, mientras no hablaba, durante la campaña electoral, recorría las calles céntricas de Vigo repartiendo besos a todas las viguesas que se los aceptaban, al igual que hace ahora el Príncipe de los Premios, en todos los funerales que merecen cobertura televisiva.

Pero estas derivadas nos están alejando del Camino de la Vía Láctea, que es el que de verdad nos importa ahora.

Sobre el tema de la santidad, está aún reciente, para general regocijo planetario, polaco en particular, la noticia de que Papa Woijtila ha entrado ya en ese circulo celestial privilegiado en esa fase de becario, a la que llaman Beato. Y ya es también sabido cual va a ser su especialidad como galeno, ni más ni menos que curar a quienes, justo como él mismo en vida, padecen de la enfermedad de Parkinson idiopático, de la que ya curo a una monjita, en un santiamén.

Este preámbulo debe servirnos para situar en su justo término el grado de excepcionalidad que tiene lo que refiero a continuación.

El Apóstol Santiago es el único que, aún perteneciendo al limitadísimo comité ejecutivo celestial de Dios, no presta atención a devolver la salud a sus fieles devotos enfermos, sino, por el contrario, a quitársela del todo y de modo fulminante. Dicho esto, siempre que no entendamos por enfermedad la ansiedad por morir cuanto antes.

Estaríamos así en presencia de un Apóstol que vendría a ser como la versión santa del Dr. Montes, ocupado en administrar una "muerte digna y sin dolor", único caso, más propio calificarlo de eutanasia, que resulta aceptable para el PP y está consagrado por la Conferencia Episcopal y el Vaticano.

Sólo una sombra en su pasado plantea dudas sobre si el espíritu que anima a Santiago Apostol para acabar con vidas humanas sea el compartido por el Dr. Montes, y no el de Atila. Ese mismo pasado que nos habla de Santiago como formidable jinete de la muerte blandiendo su acero, insaciable a la hora de acabar con la vida de moros, sin dignidad pero con mucho dolor, cuyos hechos son los que le han llevado, inmortalizado en marmol, a lo más alto del frontispicio del Palacio de Gelmírez ubicado frente a la Catedral en la Plaza del Obradoiro, y al mismísimo altar mayor de ese templo.

Si nos fuera posible hoy entablar jucio penal contra apóstol tan querido de Dios, el Hijo del Trueno le dicen, por genocidio, estoy convencido de cual sería su coartada:

"¡Matadlos a todos, que Dios reconocerá a los suyos!",

tal como dijo Arnaldo Amalrico, legado papal, inquisidor y ferviente enemigo de los albigenses, obedeciendo la contundente orden del Papa Inocencio III (¡bendita inocencia!), D.L. de 9 de marzo de 1208, dirigida a todos los arzobispos del Languedoc y a todos los condes, barones y señores del reino de Francia, en la que sentenciaba: "Despojad a los herejes de sus tierras. La fe ha desaparecido, la paz ha muerto, la peste herética y la cólera guerrera han cobrado nuevo aliento. Os prometo la remisión de vuestros pecados a fin de que pongáis coto a tan grandes peligros. Poned todo vuestro empeño en destruir la herejía por todos los medios que Dios os inspirará. Con más firmeza todavía que a los sarracenos, puesto que son más peligrosos, combatid a los herejes con mano dura.

Así, otorgaba a quienes tomaran parte de la Cruzada iguales privilegios concedidos para las cruzadas en Tierra Santa: absolución de los pecados y promesa del paraíso para los muertos en combate. Se añadió una cláusula específica suplementaria: las tierras «limpias de herejes» pasarían a ser posesión, de pleno derecho, del cruzado que las hubiera conquistado."

Máxima, por cierto, que continúa con plena vigencia hoy en día, y constituye un principio ineludible en la hoja de ruta que guía todas las acciones emprendidas por nuestro mundo civilizado occidental en la heroica cruzada emprendida contra el terrorismo y las tiranías que en el mundo existen.

Pero dejemos de lado esta etapa más oscura de su santa biografía para ocuparnos extríctamente de su rol de mediación divina.

Todo, parece ser, comenzó cuando Guillermo X, último duque de Aquitania, peregrinó hacia Compostela en el 1137 y, llegando ante el altar del apóstol Santiago el Viernes Santo, cayó al suelo y murió. El Liber Sancti Jacobi rebautiza al duque bajo el nombre caballeresco de Gaiferos de Mormaltán.


Así está recogido el milagro en el romance:

E a onde vai aquel romeiro,
meu romeiro, a onde irá?
Camiño de Compostela,
non sei se alí chegará.

Os pes leva cheos de sangue
xa non pode máis andar,
malpocado, probe vello!
non sei se alí chegará.

Ten longas e brancas barbas,
ollos de doce mirar,
ollos gazos, leonados,
verdes como auga do mar.

-E a onde ides meu romeiro,
onde queredes chegar?
-Camiño de Compostela,
onde teño o meu fogar.

-Compostela é miña terra
deixeina sete anos hai
relucinte en sete soles
brilante como un altar

-Cóllase a min meu velliño
imoss xuntos camiñar,
eu son trobeiro das trobas
da Virxe de Bonaval

-E eu chámome don Gaiferos
Gaiferos de Mormaltán,
se agora non teño forzas
meu Santiago mas dará.

Chegaron a Compostela
e foron á Catedral,
Ai, desta maneira falou
Gaiferos de Mormaltán:

-Gracias meu señor Santiago
os vosos pés me tés xa,
si queres tirarme a vida
pódesma señor tirar,
porque morrerei contento
nesta santa Catedral.

E o vello das brancas barbas
caíu tendido no chan,
Pechou os seus ollos verdes
verdes como a auga do mar.

O bispo que esto ouvíu
alí o mandou enterrar

E así morreu meus señores
Gaiferos de Mormaltán.
Iste é un dos moitos milagres
que Santiago Apostol fai.

Aunque, por el texto se deduce que, aún siendo el más conocido, otros antes que don Gaiferos se beneficiaron de semejante milagro para acabar sus días tras cruzar la Puerta Santa llegando a la divina presencia a lomos del caballo blanco más famoso de la historia, después del wisky homónimo claro está, personalmente acompañados del Señor Santiago.

Pero los tiempos cambiaron, hoy internet no deja una palabra en el aire sin que su tupida red la atrape al vuelo, y por contra ya no se escriben romances por falta de ciegos que los canten, todos al amparo de la ONCE y de la Operación Milagro cubana, y de ferias donde poder hacerlo. Veamos:

http://www.elcorreogallego.es/santiago/ecg/fallece-manera-fulminante-un-turista-antes-abrazar-apostol/idEdicion-2008-09-16/idNoticia-343304/

"conmoción"

Fallece de manera fulminante un turista antes de abrazar al Apóstol
16.09.2008

El hombre, una valenciano de 57 años, se desplomó en los escalones que conducen hasta la figura del Santo y se golpeó contra el suelo
Fuentes de la investigación apuntan que fue por causas naturales
Hoy se le practicará la autopsia

Poco antes de las siete y media de la tarde de ayer, cuando iba a empezar una de las misas vespertinas de la Catedral, un hombre de 57 años se cayó muerto en el suelo del templo. El individuo, José Manuel Caudet Peris, acababa de subir las escalerillas que permiten a los turistas darle un abrazo al Santo. Y, según dicen los testigos, "tropezó contra un escalón y se cayó al suelo. Se quedó con la cara boca abajo, encharcado en sangre, y muy deshecho". "Oí cómo respiraba profundamente hasta tres veces, y luego se murió", dice uno de los presentes.

No había muchas personas en ese momento en la basílica, pero las pocas que estaban allí trataron de socorrer al malherido. Así, una turista alemana fue la primera en salir disparada en busca de ayuda. Corrió hasta la sacristía de la iglesia, en donde hay un teléfono fijo. Mientras tanto, un matrimonio madrileño llamó con su móvil al servicio de emergencias 112.

Sólo tenía una mochila
La persona fallecida era un hombre oriundo de Ribarroja del Turia, en Valencia. El pasado 3 de abril cumplió 57 años. Presuntamente estaba en Santiago como turista. Se cree que viajaba solo. En el momento de este suceso portaba únicamente una mochila. Los sanitarios del 061 llegaron al lugar del accidente, pero no pudieron hacer nada, pues ya había fallecido.

La Catedral se cerró a cal y canto, se desalojó a todos los fieles y un vigilante jurado no dejaba entrar a nadie. Y es que este fallecimiento obligó a movilizar a un médico forense, al juez de guardia y a un furgón de la Funeraria Apóstol. También estuvieron dentro varios agentes de la Policía Nacional y la Policía Científica, que recogió huellas y muestras del accidente para esclarecer todos los datos de este suceso.

El médico forense, Benito López de Abajo, explicó a este diario que "todo parece indicar que el hombre falleció por causas naturales", aunque el cadáver fue trasladado ayer al tanatorio. Esta mañana se examinará, y a primera hora de la tarde, previsiblemente, ya se podrá decir con seguridad qué produjo exactamente la muerte de José Manuel Cauret: el golpe por la caída, como apuntan los testigos, o un caso de muerte súbita.

"Lo que hemos hecho ahora, en este tiempo dentro de la iglesia, ha sido buscar su identificación para localizar a su familia, mirar qué objetos de valor portaba para ponerlos en salvaguarda y entregárselos a sus parientes, y empezar, también, la investigación médico forense para averiguar por qué murió", explicó el forense justo en el momento que el furgón de la funeraria se llevaba ya el cadáver al tanatorio.

Don Gaiferos y una mujer
Una muerte en la Catedral produce un gran impacto y, por suerte, ocurre con muy poca frecuencia. El primer caso data del año 1137, cuando don Gaiferos de Mormaltán (Gullerimo X de Poitou, X Duque de Aquitania entre 1127 y 1137, hijo de Guido Godofredo (Guillermo IX))confesó a los pies del Apóstol que llegó para "morrer contento nesta Catedral", y falleció.

También el 8 de septiembre del Año Santo 2004, una mujer italiana, enferma de cáncer de estómago y en fase terminal, cumplió su deseo de venir a morir a Compostela.

Cuando presenciaba la Misa del Peregrino, a las doce del mediodía, su cuerpo no resistió los embites de la enfermedad y fue asistida por los voluntarios de la Orden de Malta que en esa fecha tenía una consulta para atender a los peregrinos en el claustro del templo. La mujer no se tenía en pie. El arzobispo de Santiago, monseñor Barrio, que acaba de presidir esa misa, la vio y le dio la extrema unción. Segundos después, según los testigos, esta mujer murió.

Se ha dado incluso el caso, hace unos ocho años, en que el Apóstol ha ejecutado su poder milagroso muy lejos de los muros catedralicios.

Habiendo hecho con buen pie el Camino de Santiago, un católico ejemplar y penitente peregrino de origen baturro, retornó a su tierra portando su preciada Compostelana, tras cumplir escrupulosamente el ritual establecido para alcanzar el perdón y la indulgencia plenaria otorgados ambos por el Papa .
De regreso a casa, nada más llegar, inmediatamente dió muerte a su esposa. Cuando fue detenido e interrogado por la policía, acabó confesando su crimen y desvelando el misterio encerrado en crimen tan inaudito: "Lo hice por el mandato recibido del Apóstol Santiago en el momento de abrazar su imagen cubierta de piedras semipreciosas". Ignoro el final de su proceso, porque prefiero hacer migas de pan para los gorriones que viven en el tejado y balcón de la casa de enfrente que continuar buscando por internet.

Sé que no está bien que yo, siendo natural y residente de Santiago, cuente estas cosas que poco pueden gustar a mis amigos de la excelente hostelería compostelana que viven en buena medida de la afluencia de peregrinos. Claro que también podrían entenderlo de otro modo y pensar que, si cuanta gente llega a Santiago no visitase la Catedral para ponerse a salvo de milagros indeseados del Apóstol de la muerte, sería tiempo que ganarían para su negocio, como tú mismo confiesas haber hecho. Y la oferta es mucho más amplia y variada que los berberechos con albariño que tan a gusto te dejaron a ti cuerpo y alma.
En cualquier caso, esto no lo van a leer, y tu no tendrás ocasión de contárselo porque no creo que, despúes de saber esto, te queden ganas de tentar de nuevo la suerte.

Entiendes ahora Fernando porque te decía al comienzo que tenías sobrados motivos para sentirte afortunado y conservar un grato recuerdo de tu camino, si no verde, al menos morado
de berberechos y albariño.

En cuanto al milagro alemán que tus amigos tuvieron al alcance de sus manos, y tú te perdiste junto con tu diploma, ignoro si las adorables germánicas que te dijeron haber conocido tus amigos de andanzas podrían competir en belleza con la actual primera dama alemana, Angela Merkel, pero, por lo que cuentas, al igual que ésta ahora, ya entonces nada querían saber del pepino español y su jugo rico en E. coli.

Un abrazo, Fernando. Estoy seguro que nunca más darás un paso en falso.


P.D. Como siempre, estoy abierto a cualquier rectificación de mis afirmaciones, sobre todo si alguien de la competencia del citado Rodolfo Plata, entiende que estoy en el error, o, peor aún, constituyera lo que digo herejía contra la doctrina de la Iglesia Universal y Triunfante, territorio que no quiero transitar en modo alguno para no acabar como un cátaro, ni siquiera con un catarro dogmático.


http://culturapatrimonial.blogspot.com/
http://enciclopedia.us.es/index.php/Arquitectura_g%C3%B3tica
http://www.terra.es/personal6/luis_romo/siguglos.htm
http://www.terra.es/personal6/luis_romo/siguglos.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Cruzada_albigense


Les Plus Beaux Villages de France (Aveyron)

AVEYRON MOST BEAUTIFUL VILLAGES
The 10 “Les Plus Beaux Villages de Aveyron” are:

1. Belcastel
2. Conques
3. Sauveterre-de-Rouergue
4. Sainte-Eulalie d'Olt
5. Najac
6. Brousse le Château
7. La Couvertoirade
8. Estaing
9. Saint-Côme d'Olt
10. Peyre

Actualizado: 07.06.2011 / 17:17h
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