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A CONTRACORRIENTE
A González y Aznar no les basta con ser ricos
Ambos expresidentes suelen hacer declaraciones públicas polémicas
15 de abril de 2014 11:07
El endiosamiento fatuo y la pedantería de quien ha sido presidente del Gobierno puede ser hasta disculpable en alguien acostumbrado a mandar y a que le rían las gracias. Pero de ahí a la absoluta falta de sensibilidad hacia los problemas y las penurias económicas de los ciudadanos hay un abismo de insensatez que Felipe González y José María Aznar han cruzado hace ya mucho tiempo. A cada español le resultará más cargante uno u otro, como es lógico. Pero lo que resulta incuestionable es que las formas con las que ambos se manejan y el cinismo con el que predican una cosa y hacen la contraria llegan a ser insufribles.
Acabamos de saber, por ejemplo, que Felipe González seguirá siendo consejero de la empresa Gas Natural Fenosa hasta principios del 2015. Y que, por tanto, se embolsará otros 126.500 euros en un año por asistir a poco más de una decena de reuniones, como hace desde el 2010. Que un expresidente socialista sea consejero de una gran empresa energética es un serio problema para un partido que se pasa el día denunciando la puerta giratoria a través de la cual muchos políticos del PP terminan sentados en consejos de administración. Pero el asunto no pasaría de anécdota si no fuera por las gotas de escarnio gratuitas que añade el propio González.
El pasado mes de enero aseguró que iba a dejar el cargo de consejero de Gas Natural porque era «muy aburrido». Con una media sonrisa, venía a decir que embolsarse más de 375.000 euros en tres años por no hacer casi nada le ha resultado tedioso. Y justificaba su entrada en el consejo de la gasista diciendo que le interesaba «conocer el tema de la energía». Es decir, reconocía su absoluto desconocimiento en torno a una materia sobre la que cobra 126.500 euros al año por dar consejos.
Pero, como si sintiera envidia de que un expresidente como él se permita hacer declaraciones tan desvergonzadas en una España con seis millones de parados, José María Aznar dejaba claro este domingo que él también sabe reírse de quienes lo pasan mal. «Me cuesta mucho ganarme honradamente la vida», afirmaba en una entrevista hagiográfica en el mismo diario al que hace muy poco denunció por injurias y calumnias. Lo dice un hombre que cobra un sueldo vitalicio como expresidente de 75.000 euros; otro salario de 200.000 euros de News Corp; uno más, también de 200.000 euros, como consejero de Endesa; un sueldo desconocido, pero jugoso, como profesor de la Universidad de Georgetown; otra nómina de la empresa minera Barrick Gold y otros dos sueldos más del despacho jurídico DLA Piper y de la consultora KPMG. Al margen, factura 40.000 euros por cada conferencia de una hora. Y da muchas. E ingresa un millón de euros por escribir sus anodinas memorias.
González y Aznar tienen todo el derecho a hacerse ricos. Faltaría más. Pero no se entiende por qué sienten además la necesidad de mofarse de todos los españoles.
Marcos, nos dice:
“Llegada la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. A la hora nona gritó Jesús con fuerte voz: «Eloí, Eloí, ¿lemá sabactaní?», -que quiere decir- «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?» Al oír esto algunos de los presentes decían: «Mira, llama a Elías.» Entonces uno fue corriendo a empapar una esponja en vinagre y, sujetándola a una caña, le ofrecía de beber, diciendo: «Dejad, vamos a ver si viene Elías a descolgarle.» Pero Jesús lanzando un fuerte grito, expiró” (Mc. 15, 33).
http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=30948
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